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lunes, 30 de enero de 2012

Sector Religioso



SECTOR RELIGIOSO DE BUGA

Historia de la Basílica de Buga:

La palabra " Basílica" significa " Casa donde vive el Rey". La iglesia Católica le concede el título de "Basílicas" a unos cuantos templos muy célebres de Roma. Ahora en cada país el Santo Padre le concede dicho título a los templos más afamados y preferidos por los fieles.

Al nuevo Templo de Buga, le fue conferido este título por la Santa Sede de Roma. En 1875 al ver que el Templo estaba muy deteriorado,  el Sr. Arzobispo de Popayán resolvió traerse una comunidad religiosa para habitarlo y fue así como la comunidad de Padres Redentoristas fue recibida con gran alborozo y al poco tiempo con donaciones de los fieles, iniciaron la construcción, en la que tuvieron que empezar por fabricar allí mismo cuatro millones de ladrillos y doce mil arrobas de cal. Al oír el toque de las campanas todos los vecinos salían presurosos y al mando de los sacerdotes se iban al río a traer los materiales para la construcción.
La primera piedra la bendijo Monseñor Ortiz, Arzobispo de Popayán, y sirvió de padrino el Presidente de la República Dr. Rafael Núñez.
La Construcción del Templo duró quince años, se hizo durante tiempos difíciles de guerras, por ejemplo, la guerra de los Mil Días, etc.
El 2 de agosto de 1907 (Fiesta de San Alfonso , fundador de los Redentoristas), se procedió a la Solemne Bendición e inauguración a la que asistieron grandes personalidades entre ellas el Nuncio Apostólico o Embajador del Santo Padre Monseñor Ragonesi y el nuevo Arzobispo de Popayán, Monseñor Antonio Arboleda, además de infinidad de fieles devotos venidos de diferentes sitios del país.
A las 2 de la tarde empezó la impresionante procesión del traslado del Señor de Los Milagros de su antigua Ermita a su nuevo Santuario. Cincuenta mil personas se hicieron presentes, entre ellos todo el Clero con el Arzobispo.
Era un río desbordado de gentes devotas de todas las clases sociales, un espectáculo impresionante y conmovedor y un resonar de clamores, plegarias y vivas al Señor de los Milagros.
La emoción fue indescriptible cuando apareció la imagen abandonando su antigua y pobre Ermita para irse a aguardar y ayudar a sus devotos en su hermoso y amplio Templo.
El paso era llevado en hombros por sesenta y cuatro caballeros vestidos de rigurosa etiqueta, se turnaban de diez y seis en dieciséis, llevando las andas donde iba la imagen. La procesión duró varias horas y a la entrada del templo fue necesario extender doble fila de soldados para contener a la inmensa multitud que se aprestaba para estar cerca a la imagen.
En 1937 el Papa Pío XI por medio de su secretario el Cardenal Pacelli (futuro Papa Pío XII) expidió un Decreto concediéndole el Titulo de Basílica, debido a los numerosos milagros y al volumen de peregrinos que la visitaban (más de 800.000 anuales)
El Templo mide 80 metros de largo x 33 de altura. Entre las dos hermosas torres hay una estatua del Santísimo Redentor de 2 ½ mts de altura en hierro fundido. El Campanario consta de cinco campanas francesas. Es el mayor de la nación y el más sonoro. La campana del Milagroso, que da la nota Mi, pesa 1.111 Kgms, la del Perpetuo Socorro que emite el Fa sostenido pesa 778 Kgms, la campana consagrada a la memoria de Santa Teresa del Niño Jesús y que da la nota Sol pesa 548 Kgms. La más pequeña pesa 289 Kgms, y la monumental, construida en 1955, pesa 3 toneladas.
El reloj de la torre es de fabricación francesa y da las horas desde el 18 de Marzo de 1909.




IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS


La Iglesia de San Francisco de Asís es una iglesia católica colombiana localizada en Guadalajara de Buga (Valle del Cauca) bajo la advocación de San Francisco de Asís que pertenece a la jurisdicción eclesiástica de la Diócesis de Buga. Entre los nombres que ha recibido figuran Capilla de Jesús de Nazaret, Capilla del Colegio de los Jesuítas y Ermita de Jesús Nazareno. Se encuentra localizada en el cruce de la Calle 5a. (Calle de San Francisco) con Carrera 14 (Calle de la Ermita o Calle del 20 de julio), a una manzana de la Catedral de San Pedro Apóstol y una más de la Basílica Menor del Señor de los Milagros, en la Zona 1 (Area Fundacional) del Centro Histórico de Buga.
Se trata de una sencilla iglesia de una sola nave construida en piedra labrada, con coro y balcón. Por encima de la entrada principal hay una ventana protegida con una reja de hierro cuya función es iluminar al coro; en frente de dicha entrada, en la fachada principal, se encuentra una pequeña plazoleta en piedra, desde la cual se accede a un convento antiguo y un corredor, que lleva a la entrada lateral y posteriormente a la sacristía. Además, desde el corredor se accede al segundo piso. Sobre la entrada derecha, llamada del perdón, se encuentra grabado el año de construcción (1745). Es atribuída al jesuíta alemán Simón Schenherr, afectada por un sismo en 1766, por lo que su frente fue rediseñado en 1870 y posteriormente, el remate de la torre; sin embargo, con la expulsión de los jesuítas, la Capilla de Jesús Nazareno -nombre que recibía hasta entonces-, fue abandonada, y cayó en manos de la Tercera orden de San Francisco, hasta su restauración en 1970, cuando se la entregó a la Diócesis de Buga, que la administra desde entonces.


CATEDRAL DE SAN PEDRO APÓSTOL O IGLESIA MAYOR

Iglesia Mayor de Arquitectura Colonial del Siglo XVIII, su fundación data a la época del traslado de la ciudad, su restauración fue terminada el 30 de diciembre de 1781. Localizada en la Zona I o Area Fundacional en la esquina de la Carrera 15 (Calle del 7 de agosto o de la Iglesia Mayor) y la Calle 6a (Calle de Bolívar).
A través de la história, esta iglesia ha tenido los siguientes nombres: Nuestra Señora de la Concepción de la Victoria, Iglesia Mayor, Iglesia Matriz, Parroquia de San Pedro, Catedral de San Pedro.
La Catedral de San Pedro Apóstol, perteneció inicialmente a los jesuitas, pero al ser expulsada la comunidad, entró en abandono. Su construcción se inicio en 1573, hacia la época del traslado de la ciudad.
De arquitectura Colonial del siglo XVI, se fue enriqueciendo paulatinamente hasta el terremoto de 1766 que la arruinó. Fue reconstruida en 1775 entonces bajo la mayordomía de fábrica de don Miguel Ramos y con Cédula Real con la ayuda económica del Rey de España.
Es notable el diseño singular de las portadas de piedra labrada y ladrillo, la talla en madera de los canes y la elegancia de la espadaña, se yergue de cara a la plaza principal, al punto de que el tradista Santiago Sebastián la considera como obra única en su género en esta región. Fue erigida en Catedral en 1968, cuando acababa de ser restaurada.
La Iglesia Mayor, tiene tres campanas, grandes y antiguas, una de ellas tiene esta inscripción: "Buga, Agosto de 1847 por Gregorio Cifuentes", las portadas son también de piedra labrada y ladrillo. En la parte superior de la prinicipal se encuentra el friso labrado en hileras de ladrillo donde se aprecia el año de la reconstrución la sigla A.T. corresponde posiblemente al nombre del maestro que la hizo, las iniciales M.R. al del mayordomo, Además se encuentran dos leones y dos soldados en un círculo del probable escudo de Buga.
En una inscripción conmemorativa en la fachada principal dice "Acabose la reedificación de esta iglesia matriz el día 30 de diciembre de 1781 entonces bajo la mayordomía de fábrica de Don Miguel Ramos el que con su gran fervor le dio el Finis Coronat Opus" -Copia Textual-.
El Interior es de tres naves separadas por antiguos pilares de limpia madera. En la nave derecha está el Bautisterio encerrado con una reja de madera torneada, la pila bautismal de piedra.
El mural primitivo, antiquisíma decoración es de gran valor y belleza; son pinturas al temple sobre la primera capa de cal, con colores de tierra; una de sus paredes ostenta obras como la del popayanés Sebastían Usiña.

A la entrada de la Catedral de San Pedro Apóstol, a los dos lados, hay una escalera de madera torneada que conduce al coro sobresaliete, adosado al muro de la entrada principal adornado con barandas de madera caladas y sus bordes dorados, sus balcones adosados a los muros laterales, también son de destacar en ellos sus barandajes y las tallas de madera y los canes, debajo del balcón derecho se encuentran las bellísimas andas del Santo Sepulcro elaborado en madera tallada de propiedad de la iglesia el cual se saca todos los años en la procesión del Viernes Santo.
En el Altar mayor hermoso y fino retablo pintado y tallado, revestido en laminillas de oro y plata; obras del popayanés Sebastián Usiña, maestro en el arte durante el Siglo XVII en popayán.
Allí al medio el bello expositorio de plata repujada tiene una inscripción "Buga mayo 23 de 1815. Pesa esta obra 18 libras de plata y ha mermado 5 onzas y de hechura 37 patacones y 2 patacones, el dorado más 2 onzas de hechura".
En altar las imágenes San Pedro Apóstol (Que reemplazó la patrona), San José y Nuestra Señora del Rosario.



VISTA LATERAL DE LA ERMITA

Hacia 1550 “Buga no era mas que un pequeño caserío…el rio de Buga corría e aquel entonces por el sitio donde hoy esta la iglesia de la ermita (el milagroso), en el medio de selvas espesas y tupidos guaduales.
En su margen izquierda precisamente en lugar donde se levanta el templo, existía una chocita, que era propiedad de una indígena, lavandera de profesión.
Estas líneas fueron escritas hace más de 150 años, por la época de la batalla de Boyacá. Luego vendrá la historia, lo que podemos constatar con documentos auténticos. El año 1573, en el acta de traslado de la ciudad de Buga a la margen derecha del rio Guadalajara, se realiza una transacción entre Rodrigo Diez de Fuenmayor y el cabildo local. Allí se dice que don Rodrigo “dono muchos solares de los que su propiedad (a diversas personas) y una cuadra para la fundación de la Santa Ermita”.
Por tanto a finales del siglo 16 ya se tenía en Buga la firme e intensión de construirle una capilla al santo Cristo. Y esto narra el texto publicado por Fray Francisco Grueso y Rodríguez en 1819 la “NOVENA DE HONOR DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS”
“…Se dirigió a su choza e improviso allí un altarcito, sobre el cual, sobre el cual coloco el santo Cristo de procedencia tan misteriosa guardado cuidadosamente en una cajita de madera”. En la novena publicada a comienzos del siglo pasado continua así la descripción sobre el culto al señor de los milagros:
“…luego de todo esto, la choza de la anciana se convirtió en un sitio de piedad y peregrinaciones devotas. Y al anterior milagro siguieron otros, por lo que la sagrada imagen pronto se hizo celebre y adquirió la fama y el nombre de JESUS o SEÑOR DE LOS MILAGROS, nombre y fama que se conservaron hasta el presente (1819).
Después de muerta la anciana y ante el gran numero de devotos, se pensó en erigir un templo a la venerada imagen. Y mientras se discutía si debía ser construida la iglesia proyectada donde estaba la choza, o en la plaza principal de la población, creció muchísimo el rio, cambiando el cause y desviándose hacia el sur desde unas tres cuadras mas arriba desde el puno de la aparición, dejando así acceso libre al santuario.
Quitando asi el estorbo y declarada la voluntad de Dios respecto al sitio de la iglesia ideada, por medio de un milagro tan patente, se erigió primero una capilla en el mismo lugar donde apareció inicialmente la efigie milagrosa y se dio el nombre de la ermita, por haberse llamado así la choza de la anciana devota”.
Este relato se complementa con el documento de 1573, que reposa en la notaria de Buga y al que ya hemos hecho alusión. Allí dice:
“ al tiempo y cuando el cabildo, justicia y regimiento de esta ciudad quiso poblar esta ciudad mudándola de la otra banda a este sitio donde el presente esta, fue necesario el conocimiento de Don Rodrigo Diez de Fuenmayor … dando solares a personas, como fue una cuadra que dio para la fundación de la santa ermita”.
Ese primer santuario, donde se veneraba la imagen del Cristo crucificado, recibió desde el comienzo el nombre de ermita. Según el diccionario, ermita es una capilla que queda a las afueras de la población. Allí, el sitio que había dejado libre el cause del rio Guadalajara, se construyo un templo de paredes de tapia (tierra pisada) y de techo pajizo (según anota un testigo de 1622).
A comienzo del siglo XVII, por la época de la prueba de fuego, ya existía en la ermita la cofradía de la Veracruz, que se encargaba de su mantenimiento.
En 1637, el capitán Melchor Velásquez entrego en el cabildo de Buga algunos bienes de la cofradía para la “fabrica de la casa santa, que se pretende levantar desde sus cimientos”. Esto supone que para esta época se pensaba construir la segunda ermita.


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